El Santo Padre nos invita a reflexionar sobre los falsos profetas, que son como «encantadores de serpientes» y llevan a tantos hijos e hijas de Dios, movidos por las pasiones, a la degradación y perdida de la dignidad, de la libertad de la capacidad de amar. Los falsos profetas son «charlatanes» que ofrecen soluciones inmediatas y sencillas para los sufrimientos, remedios que al final resultan ser inútiles y falsos. Cuántos se dejan cautivar por una vida completamente virtual, en que las relaciones parecen más sencillas y rápidas pero que después resultan dramáticamente sin sentido. Hay que examinarnos y discernir que cosas son buenas y duraderas porque esto nos viene de Dios y no quedarnos en la superficialidad.
Se está apagando la caridad. Un corazón frío por la avidez del dinero. Cuando se enfría la caridad todo esto se transforma en violencia que se dirige contra aquellos que consideramos una amenaza para nuestras «certezas»: el niño por nacer, el anciano enfermo, el huésped de paso, el extranjero, así como el prójimo que no corresponde a nuestras expectativas. Algunas señales son la acedia egoísta, el pesimismo estéril, la tentación de aislarse y de entablar continuas guerras fratricidas, la mentalidad mundana que induce a ocuparse sólo de lo aparente, disminuyendo de este modo el entusiasmo misionero.
¿Qué podemos hacer? Dedicar más tiempo a la oración hace que nuestro corazón descubra las mentiras secretas con las cuales nos engañamos a nosotros mismos, para buscar finalmente el consuelo en Dios. Él es nuestro Padre y desea para nosotros la vida. El ejercicio de la limosna nos libera de la avidez y nos ayuda a descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo que tengo es sólo mío. Finalmente el ayuno, debilita nuestra violencia, nos desarma, y constituye una importante ocasión para crecer.
«24 horas para el Señor» En el 2018 tendrá lugar el viernes 9 y el sábado 10 de marzo, inspirándose en las palabras del Salmo 130,4: «De ti procede el perdón». En cada diócesis, al menos una iglesia permanecerá abierta durante 24 horas seguidas, para permitir la oración de adoración y la confesión sacramental.
VIVAMOS CON INTENSIDAD ESTA CUARESMA. Dispongamos nuestro corazón para recibir el perdón de Dios y hagamos de nuestra vida y servicio una verdadera preparación para la Pascua del Señor. Procuremos, a través de cantos apropiados, animar a nuestros hermanos a vivir este tiempo con espíritu de entrega y confianza en la misericordia del Señor.
137- Volver a Vos
138- Como el Hijo menor
139- Zamba del Perdón
140- Volved a Mí
141- Ven Hermano
142- En la postrera cena
143- Tuyo soy
144- El huerto
145- Jesús Jesús Jesús
146- Las siete palabras
147- Cruz de Cristo
148- Hoy perdóname
149- Quien quiera saber vivir
150- Si me falta el amor
151- Cristo te necesita para amar
152- Un mandamiento nuevo
153- Vuélvete a Dios
155- Esperamos contra toda esperanza
156- ¡Hosanna Hey! ¡Hosanna ah!
157- Arriba nuestros ramos
159- Piedad Señor piedad
160- Junto a la cruz
161- Esta es el agua pura
162- Esta es la luz de Cristo
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